dijous, 13 d’agost del 2009

03. 12. 2008




Parece que me guste machacarme viendo viejas fotos, reyeléndote y recordando olores, ruidos y sensaciones difíciles de repetir. Recuerdo, incluso, la textura y el olor de tus sábanas. Tu me enseñaste a apreciar los olores, ¿sabes? Y nunca nada ha olido tan bien como la primavera. Tu cuello. Si, tu cuello tambiés olía siempre bien.. Todo, absolutamente todo, me recuerda a ti.